Es una tradición heredada por los pueblos indígenas (mayas, aztecas o toltecas) donde se experimenta una limpieza de alma, cuerpo y mente. El temascal era considerado el sitio de purificación, donde se eliminaban las substancias del cuerpo que amenazaban con romper su equilibrio y enfermarlo. Tenia entonces un sentido ritual y uno terapéutico que se combinaban.